¿Alguna vez has querido volver atrás para rectificar algo de lo que te arrepientes? Yo últimamente no paro de pensar en ello. Me gustaría cambiar muchas cosas, pero no tengo una máquina del tiempo y Doc no me coge el teléfono, así que no puedo regresar al pasado. Tengo que resignarme a que fui una estúpida que cometí esos errores y aprender de ellos para no volver a cometerlos. Sin embargo, sé que seguiré cometiendo errores, aunque no sean los mismos, o tal vez sí.
Pero pese a todo, tenemos que aceptar que la vida es así, hace que el hilo blanco y el negro (de buenos y malos sentimientos respectivamente) se entrecrucen constantemente y, a veces, para que continúe uno hace falta que primero avance el otro. Como dijo Heráclito: "si no estuviéramos nunca enfermo, no sabríamos lo que es estar sanos". A lo mejor, si no hubiera este juego de contrastes, la vida dejaría de ser vida, pues no tendría sentido.
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